Esta imagen representa una vista de cerca de caballos parados en agua. La escena está envuelta en niebla, lo que le da un aspecto místico. Los caballos están representados en un estilo simbólico, con sus características fundiéndose sutilmente en la niebla. El uso de tonos blancos y plateados crea una atmósfera etérea, mientras que toques de añil claro y dorado claro añaden un toque de calidez. La imagen tiene una alta resolución y requiere una observación detallada para apreciar completamente los detalles. La composición y la intensidad de la toma de cerca capturan la atención del espectador. La referencia a Anton Semenov sugiere que la imagen puede tener elementos de su estilo artístico oscuro y surrealista.